Hoy tenemos una entrevista muy especial.
Jacobo Feijóo, autor de La fábula de la palabra perdida, comienza a escribir, por accidente, en el año 2010. Esto es textual: tuvo un accidente de moto y como estaba de baja y no podía trabajar, se puso a escribir. A partir de ese momento comienza a ganar algunos premios literarios de microrrelatos, publica tres novelas cortas, varios cuentos en antologías y una metodología empresarial de gestión. Es destacable su papel como defensor y especialista en librojuegos, contando 5 publicados en su haber. Actualmente está a punto de publicar su primer álbum ilustrado infantil. Ha guionizado cómics y largometrajes y diseñado juegos de mesa de animación a la lectura. Actualmente tienen una consultora de narrativa y branded content, imparte formación y fabrica herramientas narrativas.
Hoy, además de abrirnos las puertas de su mente, nos abre las puertas de su alma y nos cuenta qué significa para él la lectura, los libros y su propia obra.
- ¿Qué se va a encontrar el lector cuando abra el libro?
Paradoja. En sus manos van a tener una historia de fantasía, pero de la que se habla de valores filosóficos y exuda un inmenso amor al lenguaje. Hay una carga de ironía importante que impregna todo de humor. La trama es liviana, sencilla de llevar adelante, pero poco a poco vamos a descubrir que hay más miga de fondo de lo que pueda parecer. ¿Alguna vez os planteasteis qué pasaría si la humanidad pierde un concepto o una palabra? Cuándo dejamos de usar una palabra, ¿desaparece el concepto?, ¿empezamos a pensar de otra manera? Por ejemplo, Mamihlapinatapai es una palabra yámana, de Tierra del Fuego. El Libro Guinness de los Récords la tildó de la «palabra más concisa del mundo», y es muy difícil de traducir. Significa algo así como «una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambas desean pero que ninguna se anima a iniciar». ¿Por qué ellos tienen esa palabra y nosotros no? Pues en el libro se cuenta una historia que explica esa idea.
- ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?
Llevó años de trabajo. Pero fue un trabajo silencioso. Durante toda mi vida me interesó la literatura, la fantasía, el lenguaje humano y la filosofía. Durante años y años presté atención a esos temas y leí mucho. Me apasionaba. Un día, estando tan tranquilo, el «horno de mi cabeza» me devolvió de golpe el pastel cocinado. Durante años había funcionado por sí mismo sin decírmelo, con diligencia. Es la mejor prueba de que todo, todo el conocimiento que acumulamos se va quedando archivado en nuestro cerebro. Un buen día, con enorme generosidad, nos devuelve los frutos maduros y listos para servir en bandeja. La lección que aprendí es obvia: todo lo que aprendamos nos sirve.
- ¿Tienes alguna anécdota que haya sucedido durante el proceso de creación de la obra?
No la cuento mucho porque sesga un poco a los que no han leído la obra, pero os diré que la escribí en tres días, sin salir de mi cuarto y alimentándome de café y comida precocinada. Luego me llevó más tiempo corregirla, cierto, pero en tres días todos los años de interés, ideas y lecturas se pegaron juntos como imanes. Realmente yo no escribí nada, me limité a transcribir lo que mi cerebro había preparado él solito. Los estudiosos de la creatividad humana le llaman “el momento ¡ajá!”.
Otro aspecto a resaltar es que los personajes se desenvolvieron ellos solos. Empecé a escribir sin saber cómo iba a acabar la cosa, y los propios personajes, acción y situaciones me iban diciendo lo que yo solo tenía que copiar, como un periodista que reproduce tus palabras en una entrevista.
- ¿Qué aprendizaje/valores adquirirá el lector cuando acabe de leer el libro?
Le planteará dudas, que es el fin último de la buena literatura. Apreciará que las ideas filosóficas empapan toda nuestra vida, los valores… y que el mundo de la fantasía no está exento de ello. Además, se planteará muy seriamente el vínculo entre palabras e ideas y empezará a sospechar que los seres humanos diferenciamos conceptos como rojo, encarnado, escarlata, bermellón, colorado, etc., por algún motivo más pensado de lo que parece. Y por supuesto, el potencial enorme del humor para explicar todo esto de una forma amena.
- ¿Qué género literario le recomendarías al alumno? ¿Por qué?
Todos. La literatura tiene mil voces, y cada uno debe encontrar, en cada momento, qué voz escucha mejor, qué voz es más nítida en ese preciso instante de su vida y evolución cognitiva. Me ha estremecido de belleza la poesía, me he planteado temas profundos con el ensayo, he soñado con la fantasía, he entendido con el realismo, he sentido con el drama. ¿Cómo podría recomendar un género si los humanos hemos tenido que crear todos ellos por motivos bien sensatos?
¡Leed todo!
- ¿Qué consejo/herramienta darías para fomentar la lectura en los centros educativos utilizando las nuevas tecnologías?
A unas edades creo mucho en el potencial de la multitrama, como en los años 80 hicieron los libros de «Elige tu propia aventura«. Gracias al hiperlink, este género ha encontrado un estupendo hueco en lo digital. Para otras edades, las nuevas tecnologías tienen algo genial, que es «la recomendación». Me explico: antes, si me gustaba un estilo o autor, tenía que perder mucho tiempo y preguntar mucho para seguir esa línea de lectura. Ahora, sin embargo, las nuevas tecnologías te pueden recomendar algo similar a lo que has leído, o distinto, o específico. Si te dejas guiar por esos consejos, disfrutarás muchísimo de lo que te interesa y leerás más y más.
- ¿Cómo resumirías tu libro en un tweet? ¿Y en 5 hashtag?
En un Tweet: «Todos los conceptos de la humanidad se crean en una biblioteca fantástica. Un día se pierde una palabra, y eso impide explicar el concepto que arrastra con ella, que de este modo se pierde. ¿Te has planteado si eso ocurriese en realidad?».
En 5 hastag: #humor #fantasía #filosofía #lenguaje #valores
- ¿Qué crees que puede aportar tu libro a Octopusred?
Enriquecer el estupendo catálogo que va poco a poco configurando, y añadir una nota de humor a la literatura.
- ¿Qué aspecto destacarías sobre Octopusred como plataforma educativa digital? ¿La recomendarías?
La recomiendo enfervorecidamente. De las plataformas que conozco, creo que Octopusred ha encontrado su voz, su matiz diferenciador. Ha sabido centrarse en un campo determinado, con unos valores determinados. Y, además, ¡es de lo más intuitiva! Personalmente me ha gustado mucho su tono conciliador con los autores, lectores, profesores y hasta con las librerías clásicas. La fórmula que tenéis permite que todo el mundo tenga un hueco y una función para el fin al que todos nos orientamos: que los alumnos tengan vocación de leer. Ellos lo son todo, y todos los demás agentes de este proceso estamos a su servicio.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia con Octopusred?
Maravillosa. Sois un encanto al trato. Flexibles, sensatos, paternalistas (o maternalistas, o ambas cosas). Como autor me siento arropado, mimado y valorado. Y por si fuera poco, vuestro criterio de selección es de muy buena calidad. En serio, sois una rara avis para cualquier autor que quiera publicar.
©Jacobo Feijóo